Cada decisión que tomamos tiene una consecuencia. Nuestra vida es, al final, la suma de las consecuencias de las decisiones que hemos tomado. La esencia de la filosofía budista.
En el emotivo discurso que pronunció en Stanford, Steve Jobs contó que cuando miraba hacia atrás en su vida, los puntos se conectaban y lo hecho en el pasado, explicaba el porqué del presente.
Cada decisión tiene una consecuencia.
Por suerte o por desgracia, no existen las acciones neutras: esas que, en en teoría, no generarían ninguna acción, que harían que nada pasase. En el fondo, que no tendrían consecuencia alguna.
Una decisión es siempre personal. La actitud sobre el enfoque de un tema, marca nuestras decisiones, acciones y consecuencias.
Paradójicamente, el no hacer nada es una decisión, y una acción en sí misma. A cada instante tomamos decisiones, y por lo tanto, realizamos acciones que llevan a una consecuencia.
1.- Toda acción tiene una consecuencia.
2.- No hacer nada (inacción) tiene también sus consecuencias.
3.- Las consecuencias de las consecuencias, tienen su origen en las acciones que decidimos, las hayamos tenido en cuenta, o no.
4.- Siempre hay otra alternativa, otra elección. Por ello, siempre hay otras posibles consecuencias.
Efectivamente, toda no acción tiene sus consecuencias. No soy especialmente religiosa aunque mi educación, en cierta parte lo fue, y me enseñaron a decir/pensar: he pecado de palabra, obra y omisión. Porque la omisión era pecado, al igual que la inacción tiene consecuencias...y muchas! Ojalá todos fuéramos realmente conscientes...
ResponderEliminarLo de los pecados tiene otra connotación .... aunque en el fondo, es lo mismo.
ResponderEliminarGracias por tu comentario (de nuevo).