lunes, 18 de agosto de 2014

El último esfuerzo marca la diferencia

14 kilómetros corriendo. El objetivo está conseguido .... pero sería aún mejor si, tras terminar, hiciese una serie de abdominales (sí, de esas que duelen ...).

La presentación está lista. Llevo una semana preparándola. La he ensayado, todo está en su sitio ... pero sería aún mejor si le diese un último repaso antes de la reunión.

El informe está listo. Lo he revisado varias veces, he comprobado las cifras, no parece que sobre ni que falte nada ... pero sería aún mejor si le diese una última lectura con los ojos del jefe, o los del jefe del jefe, por si algo se me ha escapado.

Lo has pillado: ese último esfuerzo, ensayo, revisión ... marca la diferencia. 

Es justo lo contrario a lo que nos explicaron (recuérdalo) la primera vez que vimos el principio de Pareto: el 20% de tus esfuerzos te harán conseguir el 80% de los resultados.

Eso es así, y es cierto, SALVO cuando lo que quieras hacer es destacar de verdad. Ese 5% de esfuerzo final, que en pocas ocasiones hacemos, es lo que va a hacer que el 95% restante brille de una manera excepcional.

Si quieres resultados eficientes (resultados esperados, empleando los recursos mínimos), apúntate al principio de Pareto. No te va a ir nada mal. Seguro.

Si quieres marcar la diferencia, apúntate a la ley del 5% final: ese último esfuerzo (recuerda que es un esfuerzo porque cuesta mucho... pero mucho de verdad ....), ese último detalle, ... es el que dejará una sensación completamente diferente en tu público y/o en ti mismo.

Ese 5% es algo muy "de tu marca personal": hacerlo una vez está bien. Hacerlo de ver en cuando, mejor. Pero intentar hacerlo siempre, y conseguirlo, es lo que hace que tu marca personal tenga un (gran) valor.

No digo que sea fácil. Ni razonable. Pero, ¿te imaginas cómo sería todo si fuésemos la mejor versión de nosotros mismos?

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