*** English versión / Versión española abajo ***
As committed yesterday, the other powerful idea I got from that nearly forgotten interpersonal skills training course, was:
Nobody hurts you. Only you hurt yourself.
The explanation
is simple: our internal voice, our devils, is the ones who hurt us. Those
devils talk us (all of us) and create an internal world where we are hurt.
Sometimes
we give the power to other people to hurt us (the devils do extra working hours
…). Sometimes, other’s comments have nothing to do with us: we do not pay even
one single second of our time. Rubbish. It is our decision: if we get influenced, hurt (or not) by others.
The way we
see the world is sieving by our thoughts … but the real world is not necessarily so:
when, suddenly, the sieve of our thoughts is eliminated, we see the reality.
Sometimes the reality is even worse, but many, it has nothing to do with our
vision.
Our humor
is only determined by us. Unless you want it, don´t give others the power to
determine it.
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Lo prometido es deuda: tal y como me comprometí ayer, la otra idea poderosa que saqué de ese curso de formación en habilidades interpersonal (casi olvidado), fue:
A veces le damos el poder a otras personas para hacernos daño (los demonios hacen horas extras ...). Otras, esos mismos comentarios no tienen influencia alguna: no les prestamos ni un solo segundo de nuestro tiempo. Malo. Es nuestra decisión: si nos dejamos influenciar, y nos hacemos daño (o no) por lo que otros dicen.
La forma en que vemos el mundo está tamizada por nuestros pensamientos ... pero el mundo real no es necesariamente así: cuando, de repente, se elimina el tamiz de nuestro pensamiento, vemos la realidad. La realidad, a veces, es incluso peor aunque en la mayoría de los casos, la realidad no tiene nada que ver con nuestra visión.
Sólo nosotros determinamos nuestro estado de ánimo. A menos que tú lo desees, no le des a otros el enorme poder de influenciarlo.
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Lo prometido es deuda: tal y como me comprometí ayer, la otra idea poderosa que saqué de ese curso de formación en habilidades interpersonal (casi olvidado), fue:
Nadie te hace daño. Sólo tu mismo.La explicación es simple: nuestra voz interna, nuestros demonios, es la que nos hace daño. Esos demonios nos hablan (a todos) y crean un mundo interno donde nos hacemos daño.
A veces le damos el poder a otras personas para hacernos daño (los demonios hacen horas extras ...). Otras, esos mismos comentarios no tienen influencia alguna: no les prestamos ni un solo segundo de nuestro tiempo. Malo. Es nuestra decisión: si nos dejamos influenciar, y nos hacemos daño (o no) por lo que otros dicen.
La forma en que vemos el mundo está tamizada por nuestros pensamientos ... pero el mundo real no es necesariamente así: cuando, de repente, se elimina el tamiz de nuestro pensamiento, vemos la realidad. La realidad, a veces, es incluso peor aunque en la mayoría de los casos, la realidad no tiene nada que ver con nuestra visión.
Sólo nosotros determinamos nuestro estado de ánimo. A menos que tú lo desees, no le des a otros el enorme poder de influenciarlo.